Alimentarse correctamente no es sólo necesario para tener una buena salud, también juega un papel importante en el desarrollo y la protección para tener una óptima salud bucodental. Todos nuestros tejidos corporales necesitan un adecuado suministro de nutrientes para mantener su estado óptimo. Los tejidos dentales no escapan a esta situación y cualquier trastorno nutricional puede alterar su crecimiento y desarrollo, así como su capacidad de resistir agresiones externas.
Una buena nutrición permite tener no sólo dientes sanos y fuertes, resistentes al ataque de bacterias, sino también disponer de encías y boca saludables, sin dolencias y funcionales. Además, una dentadura en buen estado permite masticar bien los alimentos, siendo el primer paso en la digestión. Por lo tanto, una dieta equilibrada se relaciona con el estado de salud dental (enfermedad periodontal, piezas dentales, calidad y cantidad de saliva), y al contrario.
¿Qué relación hay entre azúcar y caries?
La caries es la enfermedad infecciosa de los dientes. Los principales factores para el control de la caries son: la higiene bucal, el uso de flúor y el consumo moderado de alimentos cariogénicos.
Cuando ingerimos alimentos o bebidas, éstos entran en contacto con las bacterias que residen de manera natural en la boca, formando la placa bacteriana (una película pegajosa que se forma sobre los dientes) donde las bacterias se alimentan de los azúcares y almidones contenidos en alimentos y bebidas para producir ácidos que pueden destruir la capa exterior de los dientes (esmalte). Estos ácidos dañinos pueden seguir atacando el esmalte durante 20 minutos o más después de comer. Si esta situación se repite con frecuencia, puede causar desgaste del esmalte, originándose así la caries.
Muchos estudios han demostrado que la formación de caries no sólo depende de la colonización de los dientes por bacterias y de su susceptibilidad, sino también del tipo de comida, frecuencia y momento en que se ingiera.
Alimentos más cariogénicos:
- Dentro de los hidratos de carbono, los azúcares simples (ya que la sacarosa forma unos compuestos a los que las bacterias se adhieren firmemente).
- Alimentos retenidos más tiempo en la boca (chocolates, alimentos pegajosos, caramelos masticables, etc.).
- Aquellos que se ingieren entre las comidas o poco antes de irse a dormir sin realizarse la higiene bucal.
Alimentos protectores:
Algunos alimentos ayudan a protegerse contra las caries. Es el caso de los quesos curados, ya que aumentan el flujo de saliva. El queso también contiene calcio, fosfatos y caseína, proteína láctea que protege contra la desmineralización. Acabar una comida con un trozo de queso ayuda a contrarrestar la acción de los ácidos producidos por los alimentos ricos en carbohidratos consumidos en la misma comida.
Alimentacion y enfermedad periodontal
La enfermedad periodontal es crónica y se inicia con la inflamación de la encía (gingivitis), provocada por la placa bacteriana, que puede cursar con la destrucción de los tejidos periodontales, provocando la degradación del tejido óseo y la caída de los dientes (periodontitis).
Hay estudios que establecen una relación entre el estado nutricional de las personas y la gingivitis. Así, se ha encontrado una relación entre la deficiencia de vitamina C y ácido fólico con su severidad. En cuanto a la periodontitis, la relación con el estado nutricional no está clara; se observa relación con el déficit de vitamina C, hierro, folato y zinc.
Por otro lado, una ingesta de alimentos frescos con alto contenido de fibra favorece la limpieza de las piezas dentarias a través de los movimientos de la masticación, colaborando con esto a la prevención de la aparición de la placa bacteriana.
Recomendaciones para tener una buena salud bucodental
- Mantener una dieta equilibrada. Comer escogiendo alimentos variados de cada uno de los grupos principales de alimentos ricos en calcio y precursores de vitamina D: cereales, frutas, vegetales y hortalizas, carnes, aves y pescados, leche y sus derivados.
- No tomar bebidas azucaradas ni productos con azúcar, pegajosos o fibrosos, como uvas pasas, miel, patatas fritas y dulces. Dejar pasar tiempo entre comidas para que la saliva neutralice los ácidos y repare los dientes. Cada vez que se consumen alimentos que contienen azúcares, los dientes son atacados por los ácidos durante 20 minutos o más.
- Las personas con alto riesgo de desgaste dental y erosión deberían tomar precauciones especiales, como disminuir la frecuencia y el contacto con comidas y bebidas ácidas. Los ácidos cítrico, fosfórico, tartárico, málico y carbónico, que se encuentran en los zumos de frutas industriales, vinagre y otras bebidas, pueden producir pérdida irreversible de tejido dental por erosión.
- Cepillarse los dientes siempre después de las comidas.
- Evitar tomar caramelos o chicles con azúcar. Elegir mejor chicles sin azúcar, especialmente los que tienen edulcorante xilitol, que parece mostrar ciertos beneficios a la hora de prevenir la formación de la placa bacteriana.