Conservar alimentos no es tan simple como parece. Hay muchos factores que deben tenerse en cuenta dependiendo de qué alimento queremos preservar.
El frigorífico es, sin duda, uno de los electrodomésticos que más nos cambiaron la vida. Nos permite alargar la vida de los alimentos y mantener en perfecto estado sus condiciones organolépticas (sabor, aroma y textura) y nutricionales. Pero uno de los errores más comunes es utilizarlo para todo. El frío no le conviene a todos los alimentos, ya que algunos no lo necesitan para su conservación óptima. De hecho, algunos incluso pueden acelerar su proceso de descomposición o perder su sabor original si los ponemos en la nevera.
¿QUÉ ALIMENTOS SE DEBEN DEJAR FUERA DE LA NEVERA?
Algunos alimentos pierden sabor y adquieren una mala textura por culpa del frío y la humedad. Y otros directamente se pudren, cuando fuera de la nevera podrían haber aguantado más tiempo.
Encurtidos envasados y otros productos en vinagre
Los encurtidos, que vienen al vacío, pueden aguantar muchísimo tiempo fuera de la nevera. Una vez que el bote está abierto, se puede guardar en la puerta de la nevera si los queremos comer fresquitos, pero el vinagre es un conservante muy potente así que podemos dejarlos en la despensa incluso cuando el bote esté empezado.
Mandarinas
Los cítricos no llevan especialmente bien el frío.
Las mandarinas se volverán más oscuras en la nevera y perderán parte de su sabor. Salvo que haga muchísimo calor, es mejor conservarlas a temperatura ambiente. Ponerlas en un lugar fresco evitando apilarlas en el frutero, porque necesitan tener buena circulación de aire.
Pan
Aunque los ingredientes entre diferentes tipos de pan pueden variar bastante, en la práctica todos necesitan condiciones similares para conservarse bien. El pan debe guardarse a temperatura ambiente, en un lugar seco, y preferiblemente oscuro.
La humedad y el frío de la nevera resecan muchísimo el pan. Además, el exceso de humedad puede hacer que genere moho rápidamente.
Lo mejor para preservar el pan es guardarlo en una bolsa de tela o de papel (no plástico), para que pueda ventilarse adecuadamente.
El pan en rebanadas se puede guardar en el congelador y meterlo directamente en la tostadora para su consumo.
Chocolate
El chocolate debido a su alto contenido en grasa tiende a absorber el olor y el sabor de otros alimentos que están en la nevera. Además, el chocolate a bajas temperaturas cambia la estructura de cristalización de la manteca de cacao y se produce una migración de ésta hacia la parte exterior, apareciendo manchas blanquecinas, esto hace que las características organolépticas se degraden.
Tomates
Guardar los tomates en la nevera es una costumbre, esto evitará que se pongan en mal estado antes, pero son muy delicados y en la nevera pierden todo su sabor y cambian su textura. Con el frío, el proceso de maduración se ralentiza demasiado, y hace que el tomate se vuelva bastante insípido.
Patatas y cebollas
Salvo que tengan golpes o estén demasiado maduras son alimentos que puede durar muchísimo, si se conserva en condiciones adecuadas.
Las patatas deben estar en un lugar fresco y seco, a ser posible a oscuras. Se pueden poner sobre una rejilla o en bolsas de tela o papel, pero es importante que se ventilen bien para que aguanten.
Las patatas tienen mucho almidón, que reacciona con el frío, convirtiéndose en azúcares. Esto cambia totalmente el sabor, pero también la textura, ya que se vuelve arenosa.
Las cebollas, al igual que las patatas, pueden durar meses en buen estado si se conservan correctamente. En la nevera, la humedad y el frío cambian las cualidades de las cebollas y hacen que se vuelvan blandas y pierdan sabor. Además, pueden dispersar su olor por la nevera, lo que afectará negativamente a los alimentos delicados. Para guardarlas también se buscará un lugar fresco y seco, alejadas de la luz del sol, pero no totalmente a oscuras, y que estén adecuadamente ventiladas. No se deben guardar junto a las patatas, porque por su composición (ambas liberan un compuesto llamado etileno), hace que ambos alimentos se estropeen antes de tiempo. Si vemos que alguna se empieza a estropear, se debe separar del resto. Si no, estropearán todas.
Plátanos
En los plátanos es fácil darse cuenta del momento en el que han madurado demasiado. Aparte de ponerse blandos, la piel adquiere unas características manchas marrones y negras, y si se extienden demasiado, probablemente signifique que el plátano está pasado.
El problema es que, si guardamos los plátanos en la nevera, madurarán demasiado rápido. El frío no les sienta nada bien, así que lo mejor es dejarlos a temperatura ambiente.
Aguacates
Los aguacates son especialmente delicados y saber cuándo están maduros, pero no pasados, no es tarea fácil. Sólo aguantan en su punto unos días, y aunque si están blandos puedes usarlos para hacer guacamole, llega un momento en el que están demasiado pasados incluso para eso.
Pueden conservarse dentro de la nevera, pero únicamente cuando estén maduros o cuando se empiezan a poner blandos. No lo hagamos nunca si están verdes, porque se corta el proceso de maduración y empeora su calidad.
Café molido
El café molido tiene una vida útil de tres a cinco meses aproximadamente cuando se guardan a temperatura ambiente. Lo ideal es escoger un recipiente hermético y mantenerlo alejado de la humedad, la luz y el calor. Conservar el café molido en el frigorífico hará que la humedad arruine su sabor.