La citología vaginal (también llamada prueba de Papanicolau) es una prueba ginecológica que proporciona información hormonal, infecciosa y morfológica y sirve como técnica de diagnóstico precoz del cáncer de cérvix o cuello uterino, que comunica el útero con la vagina.
El Ministerio de Sanidad y Consumo recomienda realizarse esta prueba cada tres años desde que la mujer tiene 25 años hasta que cumple los 39; y cada cinco años a partir de los 40 años de edad. Todo ello, sujeto a la valoración del especialista, quien tendrá en cuenta los resultados de citologías previas así como si la mujer pertenece o no a un grupo de riesgo (inicio de relaciones sexuales en edades jóvenes, relaciones sexuales con múltiples compañeros, antecedentes de infección por el virus del papiloma humano, tabaquismo, multiparidad…).
La citología es el mejor método para detectar cáncer de cérvix, ya que identifica entre un 80 y 85% de dichos cánceres, incluso en las primeras fases.
Cómo se realiza
Para realizarla, se raspan células de la superficie del cérvix uterino con un pequeño aplicador muy similar a una espátula; así se obtienen células. A continuación, puede utilizarse un pequeño cepillo para conseguir una muestra de células del cuello uterino. Todas ellas se colocan sobre un portaobjetos de vidrio estéril, que es rociado con una sustancia fijadora, y se envía al laboratorio, donde se examina al microscopio en busca de signos de cáncer cervical.
Antes de la prueba…
Antes de realizar la prueba, en concreto las 48 horas previas, se recomienda evitar mantener relaciones sexuales. Además, es conveniente una buena higiene externa pero no la realización de duchas o lavados vaginales 24 horas antes. Tampoco deben utilizarse lubricantes un día antes ni medicación vaginal la semana previa. Asimismo, se aconseja que la citología se realice al menos cinco días después de la menstruación.
Durante y después…
Es una prueba que se realiza sin necesidad de anestesia, ya que es indolora. Es cierto que en algunas mujeres puede resultar molesta y en ocasiones provocar un pequeño sangrado vaginal tras la toma de las muestras pero se resuelve de forma espontánea. La citología no presenta riesgos ni contraindicaciones.
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