Científicos de la Universidad de Stanford liderados por Ron Davis han logrado demostrar, a partir de un análisis de sangre, que el síndrome de fatiga crónica es una enfermedad real. La prueba, diseñado por Rahim Esfandyarpour, mide la respuesta al estrés de las células del sistema inmune. En el trabajo en cuestión, publicado en PNAS, la medición se realizó tomando muestras de sangre a 40 personas, 20 con síndrome de fatiga crónica y 20 sanas.
El diagnóstico, cuando llega, se basa en síntomas como el cansancio inexplicable, la sensibilidad a la luz, dolores sin una causa identificable o dificultades para dormir, y siempre requiere que se hayan descartado otras dolencias más fáciles de definir. Según los autores, los resultados fueron precisos y consistentes. Cuanto mayores eran los cambios en la corriente, mayor era el cambio en las células, señal de que no estaban asimilando bien el estrés. Las muestras de los pacientes con fatiga crónica eran las que mostraban cambios importantes en la corriente.
Fuente: JANO