Efectos nocivos de la polución en los niños

Ante las recientes restricciones de tráfico que se están produciendo en las grandes ciudades a causa de la polución, vale la pena detenerse en los perjuicios que tiene para la salud la exposición a ella, que nos afecta a todos, pero sobre todo a niños, mayores y personas con problemas de salud previos. Los niños son uno de los grupos de población más afectados por la contaminación atmosférica, y los estudios determinan que tiene efectos negativos tanto a corto como a largo plazo.

Problemas respiratorios y cardiovasculares

Una exposición a corto plazo al dióxido de nitrógeno (NO2) puede provocar irritación de los ojos y del sistema respiratorio. A largo plazo, los principales efectos pueden ser un desarrollo pulmonar más lento en los niños y bronquitis en niños asmáticos.

Desarrollo cerebral más lento

Tanto los bebés como los niños pequeños tienen una frecuencia respiratoria más alta, por lo que inhalan más contaminación atmosférica. A este hecho hemos de añadir que sus pulmones y sistema immunológico son todavía inmaduros, lo que los convierte en un grupo de riesgo cuando se producen episodios de elevada contaminación como está ocurriendo recientemente en las grandes ciudades. Además, según alertan los estudios, los niveles de polución del aire se doblan en los horarios de entrada y salida de las escuelas, momento en el que son más vulnerables a sus efectos. Y uno de los efectos que se ha visto que puede producir la contaminación del aire es la de alterar la conectividad cerebral de los niños en edad escolar y retrasar su desarrollo.

Retraso en el crecimiento fetal

Pero no sólo los niños están expuestos a contaminación, pues esta exposición ya empieza antes de nacer. Las partículas más finas pasan de los pulmones a la sangre y pueden cruzar la placenta y llegar al feto. Y existe una evidencia de que la exposición a la contaminación atmosférica durante el embarazo afecta negativamente el crecimiento fetal. Tomando como ejemplo la ciudad de Barcelona se estima que si no se superasen los niveles de contaminación atmosférica que recomienda la OMS (Organización Mundial de la Salud) se evitarían unos 200 casos anuales de niños nacidos con bajo peso y 70 de niños nacidos prematuramente.