El riesgo de consumir bebidas energéticas

El Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha publicado un informe sobre los riesgos asociados al consumo de bebidas energéticas. Dicho informe ha identificado un patrón de consumo de riesgo potencial para la salud, desde alteraciones del sueño hasta riesgo cardiovascular. Algo que conviene tener muy en cuenta si consideramos que este tipo de bebidas ha experimentado un vertiginoso auge en la población general, pero sobre todo entre las personas más jóvenes.

Se consideran bebidas energéticas aquellas bebidas no alcohólicas que contienen azúcar, cafeína, taurina, algún tipo de vitaminas y extractos de hierbas y lo promocionan a menudo como “estimulantes y energizantes”.

El problema de este tipo de bebidas radica precisamente en su composición:

  • Grandes cantidades de azúcar simple.
  • Cafeína: equivale a 3-4 tazas de café o refrescos de cola, dependiendo de la marca comercial, superando la dosis máxima aconsejada
  • Ingredientes activos como: taurina, L-carnitina, La D-glucuronolactona…
  • Altas concentraciones de extractos de hierbas, entre ellos ginseng, guaraná o ginkgo entre otros.

Peligros para la salud:

  • El consumo de 1,4 miligramos de cafeína por kilo de peso al día (de la persona consumidora) puede provocar insomnio y reducción de la duración y calidad del sueño.
  • El consumo de 3 miligramos de cafeína por kilo de peso al día (de la persona consumidora) puede provocar riesgo cardiovascular, hematológicos, neurológicos y psicológicos.
  • Las concentraciones altas de extractos de hierbas cuentan con muy pocos estudios que determinen los efectos en humanos. Además, el ginseng está contraindicado en la infancia y la adolescencia, y tanto el ginseng como el ginkgo están contraindicados en el embarazo y la lactancia.
  • El consumo de bebidas energéticas junto a medicamentos puede provocar interacciones, acentuando sus efectos y provocando un riesgo para la salud.
  • Hay indicios de evidencia científica que muestra que las bebidas energéticas que contienen taurina y cafeína ejercen a corto plazo efecto en la contractibilidad del corazón, pudiendo provocar ataques de corazón en determinadas personas. Desde la FDA (Administración de Alimentos y medicamentos de EEUU) está siendo estudiada la conexión.

Por todo ello, este tipo de bebidas puede provocar diversos efectos adversos como:

  • Mala calidad del sueño.
  • Aumento de hiperglucemias.
  • Incremento de la tensión arterial.
  • Problemas óseos y dentales.
  • Empeoramiento de afecciones cardiacas preexistentes.
  • Agravamiento del asma.

La combinación de bebidas energéticas y alcohol puede provocar, tanto en adultos como en adolescentes, efectos indeseables como alteraciones cardíacas como taquicardia, palpitaciones, aumento de la presión arterial, falta de coordinación motora… Además, estudios recientes demuestran que el consumo de alcohol mezclado o en combinación con bebidas energéticas conduce a estados subjetivos alterados que, entre otros efectos, incluyen una disminución de la percepción de intoxicación etílica.

Su consumo moderado y esporádico es aceptable en adultos no sensibles a la cafeína, pero se destaca que este tipo de bebidas no cubre ninguna necesidad esencial. Es importante tener en cuenta que los envases habituales de bebidas energéticas tienen aproximadamente 32 miligramos de cafeína por cada 100 mililitros, y como las presentaciones de los envases que se comercializan en la actualidad son de 300 a 500 mililitros ya se alcanzan las dosis máximas recomendadas.

A la vista de toda esta información, el Comité Científico de la AESAN hace las siguientes recomendaciones en relación con las bebidas energéticas:

  • Evitar su consumo en caso de:
  • Niños, adolescentes, mujeres embarazadas y mujeres en periodo de lactancia.
  • Personas con hipertensión o problemas cardiovasculares.
  • Personas que padecen alteraciones del sueño.
  • No combinarlas con bebidas alcohólicas.
  • No tomarlas para rehidratarse tras realizar deporte, pues no deben confundirse con las bebidas para deportistas diseñadas para la recuperación tras una actividad física intensa debido a su aporte en sales minerales y azúcar.
  • Si el adulto decide consumirlas, se aconseja hacerlo ocasionalmente y eligiendo los formatos de menor tamaño. Debe consultarse con el médico si se toma alguna medicación de manera habitual. Recomiendan:
  • Las personas consumidoras de este tipo de bebidas con un peso de 50 kg o inferior deben evitar el consumo de bebidas energéticas con más de 32 mg de cafeína/100ml para evitar alteraciones del sueño y efectos adversos generales para la salud.
  • Las personas consumidoras de este tipo de bebidas con un peso aproximado de 60 kg o superior deben evitar el consumo de bebidas energéticas con más de 40-55 mg/100ml para evitar alteraciones del sueño y efectos adversos generales para la salud.