Es la bebida estimulante por excelencia y muchos son los que “necesitan” tomarlo a primera hora de la mañana para rendir mejor durante la jornada laboral. Sin embargo, alrededor del café existen muchas afirmaciones sobre sus beneficios o perjuicios, que esclareceremos a continuación:
¿Es bueno tomar café justo al levantarse?
El café, o más bien dicho, la cafeína, aumenta los niveles de cortisol (hormona del estrés que fabricamos de manera natural en diferentes momentos del día según nuestro ritmo circadiano). Uno de los momentos en los que fabricamos cortisol naturalmente suele ser entre las 8 y las 9h de la mañana, por lo que si tomamos café en esta franja horaria tendrá un efecto sumatorio alterando nuestro ritmo del sueño y nuestro equilibrio del sistema nervioso. Por ello, siempre se recomienda tomar el café o bien una hora antes de esta franja (6.30-7h) o bien entre las 9.30-11.30h. para beneficiarnos de su efecto, ya sea estimulante cognitivo o para la mejora del rendimiento deportivo, sin que nos produzca nerviosismo o irritabilidad.
¿Tiene un efecto diurético?
El consumo de café puede favorecer ligeramente la diuresis ya que contiene ciertos componentes (diferentes a la cafeína) que estimulan el paso de agua a través de los túbulos renales, aumentando la producción de orina. Sin embargo, este efecto sucede cuando existe una ingesta muy elevada de café, y, por consiguiente, de agua. Por ello, la toma de dos a tres tazas de café produce la misma diuresis que si bebiéramos dos a tres tazas de agua sola o de cualquier otra infusión.
¿Qué cantidad de café se considera segura?
Una ingesta moderada de cafeína en personas adultas sanas no es perjudicial para la salud siempre y cuando no sobrepasen los 400 mg al día. Esto quiere decir que si un café de 150 ml (una taza) contiene unos 80-100 mg de cafeína, el consumo seguro de café rondaría las tres a cuatro tazas diaria. Asimismo, la relación del consumo de café con la probabilidad de padecer enfermedades, estudios recientes (Journal of Nutrition, diciembre 2020) revelan que tomar de tres a cuatro tazas de café al día se asocia con menos mortalidad y menos enfermedad cardiovascular. Por el contrario, en cantidades mayores de cuatro tazas al día, sí puede producir efectos adversos como deshidratación, insomnio, taquicardia, ansiedad y dependencia física y psicológica.
¿El café está desaconsejado en personas con hipertensión arterial?
Aunque sí es cierto que el café es un estimulante y que, por tanto, aumenta la tensión arterial minutos después de su consumo, lo cierto es que no existe suficiente evidencia que relacione un mayor riesgo de sufrir hipertensión con un consumo crónico y moderado de café (dos a tres tazas al día). Sin embargo, existen otras patologías o situaciones en las que sí está contraindicado el consumo de café: arritmias, ansiedad, embarazo (aunque se puede tomar un máximo de 200 mg de cafeína o una taza de café al día), colon irritable, úlceras, gastritis y en personas con riesgo a padecer cáncer de vejiga y páncreas.